
La digitalización se presenta como la única solución para consolidar un sistema sanitario eficiente y sostenible que, además, garantice los tratamientos a la medida de cada paciente que demanda la sociedad. Desde la dirección general de una empresa que diseña y fabrica implantes personalizados, Manuel Castro vaticina que “perderemos el tren de la digitalización si no acometemos un profundo cambio que permita replantear todos los procesos, pensando en digital”. El responsable de Customimplants® cree que con la llegada de fondos europeos para financiar esa necesaria transformación “es el momento de escuchar a las pymes para generar una industria nacional de productos sanitarios”. Teme que también perdamos este tren, porque no se puede dar respuesta a las necesidades de la empresa “si no se conocen”.
España sólo produce el 5% de los productos sanitarios que consume, porque como analiza Castro López, “somos un país de servicios, con distribuidores, importadores, multinacionales que importan, pero con poca industria nacional de producto sanitario”. Ese reducido tejido industrial lo conforman empresas que apenas rozan el medio centenar de trabajadores, y que se ven cada día “obligadas a superar las innumerables barreras de un sistema que no está pensado para ellas”. Si esta es la situación actual, no parece mucho mejor el futuro que vislumbra el responsable de Customimplants®. Duda que llegue a las pymes algo de esas ayudas europeas “porque no conocen nuestras necesidades, ya que no se nos escucha”.¿Cuáles son esas necesidades?
Para Manuel Castro, simplificar y agilizar la concesión de ayudas oficiales para financiar proyectos, incrementar la inversión en materia de investigación y modificar la ley de contratos de servicios públicos. En cuanto a la primera, tiene claro que la eliminación de las actuales barreras burocráticas evitaría “que muchas pymes mueran en el intento de recibir apoyo económico de la administración para sacar adelante sus proyectos innovadores”. “Nos piden que nos tiremos a la piscina vacía, que ya llegará el agua”, apostillando a renglón seguido que “ser innovador o emprendedor no significa ser un suicida”.Siguiendo con su exposición, explica que “una empresa tiene un proyecto innovador, pero no el dinero; si queremos que innove hay que adelantarle el dinero, y después ya rendirá cuentas”. Insiste en que “no se puede exigir que adelante un dinero que no tiene”. Entiende que la administración “nos audite si la ayuda es una subvención”, pero considera que "no tiene sentido que sometan a las pymes a un interminable proceso de presentación de avales y garantías “cuando nos conceden un crédito blando, porque es un dinero que tenemos que devolver”.En cuanto a la inversión en investigación, considera que actualmente es insuficiente para que impulsar y promover proyectos empresariales innovadores. “Se habla de innovar, digitalizar procesos, de utilizar los beneficios que aporta la tecnología y ofrecer a la sociedad la medicina personalizada que demanda", pero opina que “sólo lo conseguiremos si seguimos avanzando en investigación”. “No podemos estar a la cola europea”, asegura. Es cuestión de dinero, pero también en su opinión de fortalecer el trabajo conjunto de todos los sectores, públicos y privados, relacionados con la salud, desde organismos oficiales, a universidades, hospitales, profesionales médicos e industria.Para impulsar una industria española de producto sanitario, la tercera actuación a la que hace referencia Manuel Castro es de índole legal: cambiar el sistema de compra nacional. Y no por ser la última, es menos importante. Recuerda que el sistema nacional de salud es un gran comprador, que en estos momentos prioriza la compra de producto exterior. “Esto tiene que cambiar para que se facilite la compra de productos innovadores de aquí, pero también la compra de productos personalizados”, pide en referencia a que el 98% de las licitaciones son para la adquisición de productos seriados.Finaliza reiterando que “si queremos ofrecer a la sociedad la medicina personalizada que demanda, hay que apostar por una industria sanitaria nacional”. Eso sí, insiste en que “hablo de tejido industrial, no de empresas de servicios; y no podemos olvidar que generar industria es generar empleo”. Customimplants® es la prueba de que las soluciones a medida “benefician al cirujano, al paciente y a su familia, pero también al propio sistema sanitario, porque nuestras soluciones rompen los estereotipos de que la fabricación de implantes a medida es lenta y costosa”, sostiene su director general.