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Tres profesiones, medicina, ingeniería y periodismo. Tres mujeres, Margarita Montero, Carolina Pousa y Begoña Fernández. Hoy será su primer 8 de marzo como compañeras en Customimplants®. Un día marcado, como no, por la pandemia. Las tres apoyan la iniciativa de la ONU para que la jornada se convierta en un reconocimiento a la lucha contra la Covid-19, que ha puesto en evidencia el elevado número de mujeres que luchan en primera línea contra el virus y el todavía reducido número de aquellas que lo hacen desde un despacho. Las tres quieren una igualdad asentada en el talento y no en los cromosomas, y que su situación sea una realidad en todos los sectores y países.Margarita Montero nunca dejó que actitudes de rechazo por el simple hecho de ser mujer le afectasen ni personal ni, sobre todo, profesionalmente. La hoy directora Médica de Customimplants® optó por no dar importancia a comentarios negativos y evitar así conceder a sus autores un inmerecido protagonismo. Se limitó a estudiar para convertir la valía en su mejor respuesta. Recuerda cómo la imposición de numerus clausus provocó una feminización de la medicina, “sencillamente porque las mujeres tenían mejores expedientes”. Margarita defiende una igualdad basada en el talento y reconoce que hay que seguir avanzando para no retroceder. “Pero hay que seguir avanzando en todos los ámbitos, porque quien hoy rechaza a un compañero sólo por ser mujer, mañana puede rechazar a otro sólo por tener otro color de pelo”, argumenta.Carolina Pousa estaba en clara minoría cuando comenzó sus estudios de Ingeniería Industrial. Las mujeres eran sólo una décima parte entre seis centenares de estudiantes. No la amilanaron ni sentencias como “suena mejor enfermera o secretaria que ingeniera”, que algún compañero le regaló sin sonrojarse. Su constancia y la tranquilidad con la que afronta la vida la han traído hasta una empresa en la que se siente un miembro más del equipo Técnico de Customimplants®, y encuentra el respeto que le permite desarrollar su trabajo sin que los cromosomas tengan importancia. Porque si algo aborrece Carolina es que la traten de forma diferente por ser mujer o tener que fingir agresividad para que la respeten como profesional, un recurso al que recurrían algunas compañeras.Begoña Fernández viene de un mundo diferente. Las mujeres siempre eran mayoría, desde la facultad hasta la redacción. Una mayoría que, paradójicamente, no se reflejaba en los puestos de dirección. Cree que pese a los avances todavía queda mucho por hacer, en otros países y también en el nuestro. La responsable de Comunicación de Customimplants® aplaude la iniciativa de la Onu para que el liderazgo tenga más nombres femeninos. Pero Begoña quiere un liderazgo ganado por mérito propio. “Sigo teniendo esperanza y sé que llegará el momento en que se valoren el éxito y los logros de una persona, y no importará si es hombre o mujer; hasta que ese momento llegue tenemos que seguir trabajando, juntos, para construir una sociedad más igualitaria, justa y humana” y añade que “todos tenemos que seguir siendo la voz de aquellas mujeres obligadas a vivir en silencio”.