Customimplants® inicia su programa de tutorización de Trabajos de Fin de Máster con cuatro estudiantes de la Universidad Carlos III de Madrid. Ellas rompen el estereotipo de que el mundo de la ingeniería es masculino, están dispuestas a esforzarse para ser referentes en su trabajo y coinciden en señalar que su pasión por la ciencia y sus ganas de ayudar a los demás las llevaron a elegir Biomedicina. Miriam, Cristina, Ángela y Teresa eligieron nuestra empresa porque quieren que su amor por la ciencia y sus conocimientos sirvan para mejorar la vida de las personas.
La madrileña Miriam Yunta estudió en la Politécnica de su ciudad el grado de Ingeniería Biomédica porque se dio cuenta de que la ciencia era algo más que matemáticas, física y tecnología. Además, valoró que esta carrera le permitiría poner el conocimiento al servicio de las personas para mejorar su salud. “A mi abuela tuvieron que operarla dos veces de la rodilla y pensé que, igual que ella, muchas personas necesitaban una solución para mejorar su vida”, recuerda. De ahí, que su máster gire en torno a la Gestión y Desarrollo de las Tecnologías Biomédicas. Explica que Customimplants® aúna los dos campos en los que le gustaría iniciar su vida laboral: empresa y traumatología. Pero como se define como una persona multidisciplinar, tampoco descarta el mundo de los dispositivos médicos y la programación para su futuro laboral.
Cristina Álvarez Serrano es de Oviedo, y estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad de Navarra en San Sebastián le gustó mucho más de lo que hubiese imaginado. Este grado le ofrecía la oportunidad de unir sus dos pasiones: ciencia y salud. Además, pudo obtener unos conocimientos con los que beneficiar a la sociedad cuando se incorpore al mundo laboral. Tiene claro que Customimplants® es el proyecto empresarial perfecto para su TFM sobre “Estado del arte de la fabricación de implantes y valor que aportan los implantes personalizados frente a los seriados”. Cristina quiere seguir aprendiendo y está abierta a todas las posibilidades que en el futuro la lleven a encontrar el trabajo con el que ayudar a los demás.
Ángela Gracia Díez fue compañera de universidad de Cristina. Esta zaragozana de Nuez de Ebro ni se imaginaba cuánto le iba a entusiasmar una carrera que cuando era pequeña ni existía. “Quedé fascinada al estudiarla, sobre todo ámbitos como la ciencia de materiales, la traumatología y la neurotecnología”, resalta. Como prueba de esta pasión, su máster: “Optimización de materiales para aplicaciones en el campo de la traumatología”. Visualiza su futuro en un trabajo relacionado con el desarrollo de producto biomédico, involucrándose en la gestión e introducción de producto, y apostilla que “el día de mañana me encantaría liderar un grupo y ser alguien referente”.Al igual que Miriam, Ángela piensa en alguien cercano cuando habla de bioingeniería. Un accidente de quad dejó a su “gran amigo Eloy tocado de la cadera” y, entre ellos bromean con la posibilidad de que ella le diseñe el día de mañana una prótesis a medida. Un motivo más para “estar feliz” con la oportunidad de conocer desde dentro el funcionamiento de Customimplants®.
Teresa Indave compartió grado y universidad con las dos anteriores. E igual que ellas, el amor por la ciencia motivó su elección académica tras el Bachillerato. Natural de Logroño, reconoce que esa fue la decisión más importante de su vida y de la que se siente muy orgullosa. Su máster en la Universidad Carlos III de Madrid gira en torno a “Nuevos métodos de utilidad de los implantes customizados en el campo de la traumatología”. Por eso, le pareció muy adecuada la elección de Customimplants®, ya que considera que le dará la oportunidad de conocer en primera persona cómo se diseñan y fabrican piezas a medida. De hecho, cree que es una buena oportunidad para ayudarla a definir su futura inmersión en el mundo laboral.
Las cuatro están orgullosas de ser ingenieras y agradecen el trabajo que otras mujeres ha hecho para que en las facultades los chicos ya no sean una abrumadora mayoría. Las conferencias impartidas por sus predecesoras las han motivado todavía más, viendo como además hoy desarrollan su trabajo en empresas o en centros de investigación. “Participé de voluntaria en los actos del Día de la niña y la ciencia, y al acabar muchas querían ser ingenieras”, apunta Cristina, reivindicando más iniciativas de divulgación para que futuros universitarios lleguen a sentir por la ciencia la misma pasión que ellas cuatro.